martes, 5 de abril de 2011

Reflexiones sobre los testimonios de las madres biológicas

Después de leer en el blog de Patri Holmes los testimonios tan conmovedores de madres que han entregado a sus hijos, siento un nudo en la garganta y muchas ganas de encontrar a la mía para poder decirle que no tiene por qué sufrir tanto. Ya bastante tuvo, que al menos no cargue con una culpa innecesaria. Comparo los casos y veo que hay puntos en común:

* Una sociedad pacata, o por lo menos, conservadora, que despreciaba al que era diferente (hijo de madre soltera, por ejemplo), como si hubiera un único modelo válido de familia.
* Un padre que, por miedo, o por ser también víctima de las presiones sociales, no puede afrontar bien la situación y abandona a la madre de su hijo.
* Unos padres (de la menor embarazada) temorosos de las presiones sociales que piensan en el futuro de esa hija "hacia afuera", en su dimensión social, pero soslayan en todo momento lo que esa madre en ciernes siente "hacia adentro", su dolor psicológico de puertas adentro. Padres presionados que a su vez presionan y no contienen.
* Una madre sola y asediada por las presiones familiares, sociales, por el abandono de su pareja, por su falta de autonomía (para poder criar a un hijo soltera, es imprescindible autoabastecerse, cosa que con una criatura tampoco es fácil), que ama a ese niño y muchas veces renuncia a él por amor, por salvarlo de todo eso.
* Un silencio espantoso, una soledad insoportable, una carga muy pesada y nadie para compartirla.
* La complicidad de la Iglesia Católica que, en lugar de acompañar y contener, trata de "arreglar" y "tapar la evidencia del pecado". Es paradójico que esa misma institución surja de alguien con la mente tan abierta como Jesús, que nunca habría despreciado a una madre soltera ni a un hijo "bastardo". De haber nacido Jesús en otra época, seguro trataban de convencer a María de que lo diera en adopción porque no estaba muy clara la paternidad y el niño iba a sufrir...;).

Bromas aparte, creo que todos los "actores" han actuado con las mejores intenciones, haciendo lo que creían que era lo mejor. Y de hecho, a muchos de nosotros, mal no nos fue. Pudimos disfrutar de tener una familia desde el principio, tanto nosotros como nuestros padres adoptivos. Pero...¿y nuestras madres biológicas? Creo que es muy alto el precio que les tocó pagar para hacerles la vida más fácil a todos los que las rodeaban. Su decisión fue conveniente para todos, pero en el camino quedó su dolor, su soledad y la imposibilidad de compartirlo, pues a todos les convenía olvidar y pretendían que ellas también olvidaran. No se me ocurre algo menos natural que eso.

Por todo esto, siento que en el proceso de adopción, las que más pierden son, sin duda, las madres biológicas. A todas ellas, un abrazo, y ojalá encuentren a sus hijos y, sobre todo, que al encontrarlos a ellos, encuentren también la comprensión y la paz que nunca tuvieron.

4 comentarios:

  1. La iglesia catolica no disfraza, esconde y mucho menos es complice de nada de lo que el hombre dana por el mismo..La Iglesia catolica acoge con amor a todas las madres que abortan, pierden hijos, dan en adopcion etc etc ..acoge a todos quienes acuden a ella en busca de ayuda..el problema esta en el hombre que cuando cierra su corazon al amor escucha y ve lo que no es para justificar en algun momento la situacion que vive en vez de humildemente decir , necesito ayuda..
    La iglesia esta llena de grupos de apoyo para estas madres y padres ..
    Dios les bendiga

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    1. Si por iglesia católica llamamos a todo lo bueno que hay en la obra de la naturaleza y por ende dentro del hombre ser creado naturalmente por obra de ella, estoy de acuerdo, ahora si por iglesia católica llamamos a la institución creada por los hombres, como todo lo creado por el hombre, imperfecto, no me parecen en su actitud, reglamento, leyes, actos, usos y costumbres, para nada flexibles con el tema, al contrario totalmente discriminadas, porque que ayuda necesitan? hicieron algo tan natural a la iglesia católica tan anti natural le cuesta aceptar y a la masa y al colectivo sin mente que los siguen sin autoridad para cuestionar nada de sus prácticas, al punto que algunos de sus súbditos sí pensantes tienen que luchar contra la iglesia misma para ayudar realmente. ¿Quien soy para decir esto? No soy madre, soy hija apropiada, a la que una madre biológica me entrego. Así que tengo conocimiento de causa como para afirmar lo que digo sin odio y sin rencor que me nacen naturalmente y no de enseñanzas católicas.-

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    2. hablas de iglesia como algo distinto del hombre... acaso no es el hombre quien la forja, la habita, la realiza, la institucionaliza, la organiza??...

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  2. Es cierto, Luz Helena, que las acciones de algunas personas no representan a toda la institución. Pero desgraciadamente conozco muchos casos tristes. Por ejemplo, el de una amiga mexicana, madre soltera, que cuando quiso hacer bautizar a su hijo, el párroco se rehusó, alegando que si ella había incumplido con las leyes de la iglesia, que no fuera a pretender que bautizaran al hijo del pecado. No es precisamente una actitud piadosa, ¿No? lamentablemente, casos parecidos hay muchos que opacan las buenas acciones de otras tantísimas personas de la iglesia que obran bien. Mi comentario iba dirigido específicamente a los testimonios de las madres que figuran en el blog www.completandomihistoria.blogspot.com, que te invito a leer. Un abrazo y gracias por leer y comentar el blog.

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